Las «Fake News» originales: el pánico en las calles que nunca existió

El pánico causado por Guerra de los Mundos de Welles nunca existió. Fue todo un curioso caso de noticias falsas sobre noticias falsas

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Orson Welles narrando la Guerra de los Mundos

Hace hoy más de 80 años Orson Welles emitió su «Guerra de los Mundos» en la radio estadounidense. Durante apenas una hora en octubre de 1938 más de un millón de americanos, faltos de otra fuente de confirmación, creyeron a pies juntillas que los extraterrestres habían llegado a la Tierra y estaban atacando sus principales capitales. O eso creíamos.

La historia es más complicada de lo que aparenta en su leyenda que ha ido trascendiendo en el tema. En realidad la emisión de Welles apenas consiguió audiencia, mucho menos causar pánico en las calles. Los periódicos diarios del día siguiente en su mayor parte criticaron fuertemente la emisión, mientras que otros la comentaban como un hecho pasajero. Una moda.

Durante los años 30 y 40 la irrupción de la radio había causado una crisis al periódico de papel (qué vueltas de la vida) y los editores de periódico estaban en plena guerra con la radio. Cualquier herramienta para desacreditar la veracidad de la información que se emitía en la radio era buena. La dramatización de Welles les dio una excusa perfecta para calificar a la radio de «teatrillo de ficción», dónde la verdad y las invenciones se mezclaban.

¿Quién inventó lo del pánico en las calles?

La prensa criticó duramente la dramatización

Como todas las buenas historias, cada vez que se cuenta de nuevo, se añaden más detalles y los adjetivos se estiran. En 1940 un profesor de Princeton, Hadley Cantril, fue el primero en dar la cifra del millón de personas totalmente asustadas por los supuestos alienígenas. La cifra de Cantril era falsa, no había un millón de personas con un aparato de radio en sus hogares u oficinas en el área de emisión del programa, ni de lejos. Años después Cantril admitió su fallo de cálculo, o de estimación, pero la cifra mágica del millón ya había pasado al imaginario popular.

La historia se convirtió en leyenda, la leyenda se convirtió en mito, y en resumen, fue todo un curioso caso de noticias falsas sobre noticias falsas. Como diríamos en el siglo XXI: muy meta. Como diría Orson Welles: «Las cosas falsas son tan viejas como el árbol del Edén».

+info: Slate.

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