10 años de iPhone, curiosidades del móvil que revolucionó el mundo
Una década después el iPhone sigue siendo el objetivo a batir, pero ya no es tan infalible

El 9 de enero de 2007, un Steve Jobs en la cima de su proyección como icono tecnológico presentaba el que iba a convertirse en el gadget que iba a cambiar el “status quo” no solo de la industria de la telefonía, sino también de la forma en la que la gente se relaciona con la tecnología.
La empresa que comenzó vendiendo ordenadores personales había creado el más personal de los ordenadores y cabía en un bolsillo. Como dijo Jobs era tres dispositivos en uno: un móvil revolucionario, un reproductor musical (recordemos que Apple se hizo popular con el iPod) y una conexión a internet permanente. Era el iPhone.
Entonces los dominadores del mercado de móviles eran Nokia y BlackBerry. De eso hace 10 años y para algunos es toda una vida. Tanto es así que por el camino han acaecido multitud de anécdotas y curiosidades, algunas que ya nadie se acuerda, y que hemos recopilado para poner en perspectiva el iPhone y su historia.
Proyecto Purple
Durante los años de proyecto secreto, que fueron muchos, Apple invirtió aproximadamente 150 millones de dólares y solo 30 personas conocían el propósito del proyecto purple. El resto de los empleados trabajaban a ciegas en partes independientes del sistema sin saber cuál era el objeto final. El nombre de “purple” (púrpura) venía del color de los cables del sistema emulador.
No fue el primero con pantalla táctil
Pese a que uno de los grandes atractivos y mayores novedades del iPhone era su diseño basado en una pantalla táctil que ocupaba todo el frontal y eliminaba la botonera alfanumérica, no fue el primero. El primero fue el LG Prada que de hecho demandaron a Apple por la idea. Ni que decir que antes que ellos, existían decenas de móviles con pantallas que se manejaban con punteros, pero no con el dedo.
Revolucionario pero obsoleto
Resulta curioso que para ser un smartphone que proponía avances tan radicales, su sistema de comunicaciones se basase en un moribundo sistema 2G/EDGE… justo en el apogeo del 3G. Esto suponía que la transmisión de datos era más lenta, aunque lo cierto es que estaba tan optimizada que cargaba internet más rápido que el resto. Al año siguiente lanzaron el modelo 3G. Eso sí, su calidad de voz telefónica siempre ha estado en entredicho.
Un millón de iPhones
En su momento fue un auténtico terremoto de ventas. Tardó “solo” 74 días en alcanzar un millón de unidades vendidas. Algo impensable en la época. Hoy es habitual que vendan varios millones en el fin de semana que se pone a la venta un nuevo modelo.
No grababa vídeo
En un alarde de arrogancia, Apple decidió que el iPhone no tuviese la capacidad de grabar vídeo, cuando los equipos de la competencia ya lo hacían de forma más o menos habitual. La excusa que dió Apple es ya habitual en la marca; solo ofrecen una experiencia cuando tiene un nivel de calidad suficientemente alto y la grabación de video no daba la talla. Claro que la cámara de fotos de 2 Mpx tampoco era ninguna maravilla
Y tenía otras limitaciones absurdas
No contentos con limitar la grabación de vídeo, la conexión Bluetooth también era un problema ya que no estaba estandarizada. Esto suponía que el iPhone no se conectaba a cualquier dispositivo Bluetooth, sino a una selecta lista de gadgets aprobados por Apple.
Otras limitaciones sin sentido era que carecía de la opción “copiar y pegar”, no permitía agregar fotos a los mensajes o no se podía cambiar el fondo de pantalla. Algunas de estas cosas tardaron 3 años en permitirlas.
Autonomía justita
El iPhone siempre ha tenido un clavo en el zapato con el tema de la autonomía de su batería. Pero si pensabas que no llegar al final del día es malo, es porque no te acuerdas de cómo el GPS o el WiFi se fundían la batería del primer iPhone en cuestión de pocas horas. Tanto, que Apple recomendaba activarlo solo cuando se fuese a usar.
Muy caro
Apple nunca se ha caracterizado por vender productos asequibles y el iPhone no iba a ser menos. El precio del primer iPhone (4GB) fue de 499 dólares, con contrato de permanencia de dos años. Algo muy por encima de lo que pedía la competencia por sus dispositivos de alta gama. A los pocos meses rebajaron el precio.
Complejo de activar
Para Apple la sencillez de uso lo es todo, sin embargo el iPhone era de todo menos fácil en sus primeros pasos. Era necesario conectarlo a un ordenador con iTunes para configurarlo y activar el contrato. De hecho la sobrecarga de los servidores de iTunes eran motivo habitual de fallos en la activación los primeros días. Tardaron 5 años en cambiar el sistema.
Sin apps
Steve Jobs nunca contemplo el iPhone como un móvil con apps que no hubiesen sido desarrolladas por Apple. Por eso el iPhone original no tenia App Store y solo contaba con un puñado de apps preinstaladas. Sin embargo el enorme éxito del ecosistema iPhone le hizo cambiar de idea y abrir la posibilidad de instalar apps de terceros, eso si, previamente aprobadas por Apple. La App Store se estrenó con 500 apps y hoy en día representa un negocio que genera 20.000 millones de dólares a los desarrolladores.
La marca iPhone no era de Apple
Cisco tenía registrada la marca iphone para tu teléfono IP y eso suponía un problema. Sin embargo ambas empresas llegaron a un acuerdo previo en el que se supone hubo un buen trasvase de dinero.
El domino iphone.com tampoco
Un visiionario y desconocido tipo llamado Michael Kovatch habia registrado la url iPhone.com en 1995. A pocos días de la llegada al mercado del iPhone, Apple le compró el dominio por 1 millón de dólares.
Existieron cuatro nombres alternativos
Era previsible que el móvil de Apple se llamase iPhone, pero desde el primer momento rondaron otras opciones: Mobi, TriPod, TelePod o iPad. Afortunadamente llegaron a todos los acuerdos necesarios para que usasen iPhone.
No se vendió en España
Oficialmente el primer modelo de iPhone no se vendió nunca en España, aunque eso no significa que no llegases un buen número de unidades al mercado de forma “alternativa”. En los años siguientes Telefónica se hizo con la exclusiva, pese a lo mal que llevaba Alierta el tema de los “monopolios de comunicación”… que no fuesen Telefónica claro.