El dial del destino, la verdad sobre la rueda de Arquímedes de Indiana Jones
Esta es la verdadera historia de Arquímedes y dial del destino de Indiana Jones, conocido como el mecanismo de Anticitera
(sin espoilers) La última película de Indiana Jones tiene como objeto clave el dial del destino, al que también llaman rueda de Arquímedes y que realmente es el mecanismo de Anticitera. Como en anteriores entregas de Indiana, el objeto en cuestión (el Arca de la Alianza, piedras Ankara, el Santo Grial o la calavera de cristal) es poseedor de poderes sobrenaturales. Y en este caso no es menos.
Sin embargo, a diferencia de los otros, en esta ocasión el objeto cuenta con parte de historia real y una imaginaria. La rueda en cuestión se llama ‘mecanismo de Anticitera’ y existe en realidad. Cosa que no está probado que ocurra con el resto.
De hecho efectivamente fue descubierto por buceadores en 1901 cerca de la isla de Anticitera. De ahí viene su nombre. No hay evidencia ninguna de que Arquímedes tuviese nada que ver con su creación y aquí empieza parte de la invención de la historia del doctor Jones. Aunque eso sí, es un excelente reclamo argumental… Eureka!
Esta es la verdadera historia de Arquímedes y dial del destino de Indiana Jones, conocido como el mecanismo de Anticitera
El dial encontrado en el mar Egeo efectivamente fue fabricado por los griegos hacia el año 200 a. C. Desafortunadamente el mecanismo real, tras más de 2.000 años bajo el agua, está muy deteriorado y le faltan varias piezas. El resultado es que desde que se recuperó no es funcional de ninguna manera debido a la corrosión y desgaste.
Ahora bien, lo mejor de todo es que existe cierto misterio acerca de cual era la utilidad real del mecanismo. Muchos la consideran la primera computadora mecánica de la historia, ya que permitía (teóricamente) predecir posiciones astronómicas o fechas de eclipses replicando los movimientos celestiales. Lo cual no es poco teniendo en cuenta la tecnología de la época.
Pese a que no se sabe con seguridad cual era su función exacta, lo que se puede dar casi por seguro es que no servía para lo que se sugiere en la última aventura del famoso arqueólogo. Solo comparte el hecho de que, efectivamente, permitía calcular fechas de eventos astrales.
Es probable que el mecanismo de Anticitera no fuera el único, como muestran las referencias de Cicerón sobre estos mecanismos. Pero lo cierto es que el hecho de que solo se haya recuperado uno, y el extraño misterio alrededor de su funcionamiento lo han convertido en un excelente protagonista de la aventura final de Indiana Jones, aunque como siempre, con una buena dosis de invención sobre ella.
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