EE.UU. ya tiene un plan para asesinar la neutralidad de la red
La FCC aprueba una reforma de la ley de accesos a Internet y puede ser el principio del fin de la neutralidad en Internet

Ya lo avisaba desde hace tiempo Sir Tim Berners Lee «la neutralidad de Internet está en peligro». Y hoy se ha materializado uno de esos pésimos presentimientos, ya que la FCC -Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos- ha confirmado los planes para desregular la industria de acceso a Internet. Dicho de otro modo, se abren las puertas a romper las reglas que aseguran un acceso igualitario a Internet. De salir adelante esta reforma, cada operador podrá priorizar a su antojo unos u otros servicios, diluyendo la neutralidad de la red según sus intereses.
Tim Berners-Lee, «el padre de la web», alerta sobre las nuevas amenazas de internet
Las consecuencias de esta liberalización mal entendida es que existirá un Internet de varias velocidades en función no solo de lo que pague el usuario, sino que también dependerá de si la web a la que se quiere acceder paga o no paga al proveedor.
Pero la velocidad no solo puede depender de una cuestión de pago, otros intereses más oscuros pueden hacer que determinadas webs con contenidos potencialmente ‘delicados para la estabilidad política’ como Wikileaks o determinados medios de comunicación sean ‘censurados’ con una peor velocidad de acceso que la competencia.
Y lo que puede ser peor. Servicios mucho menos susceptibles de desencadenar revoluciones como puede ser Netflix podrían sufrir penalizaciones de velocidad para determinados usuarios, si la propia operadora ofrece un servicio de vídeo que entre en competencia con Netflix. Esta historia nos suena de algo en España ¿verdad Telefónica?
Esta medida de la FCC -controlada por el partido republicano de Donald Trump- lleva el irónico nombre de «Restoring Internet Freedom» (restaurando la libertad de Internet). Y utilizan el falso pretexto de que la actual normativa perjudica las inversiones de los proveedores de Internet, algo que incluso las IPS han negado. Lo que es peor es que si EE.UU. abre la veda, es cuestión de tiempo que los lobbies de grandes empresas quieran hacer lo mismo en otros países.