Quantum of Solace, Bond abandona los gadgets
Quantum of Solace trae a un James Bond repleto de publicidad tecnológica encubierta
Bond, James Bond ya no es el rey de los gadgets imposibles, ni siquiera es el emperador de los cacharrillos curiosos, más bien se ha quedado en el vendedor de la teletienda, de la teletienda de Sony por supuesto.
La sección cinéfila de CLiPset ha logrado colarse en el preestreno de «Quantum of Solace» y hemos salido contentos (sobre todo Carolina), pero echando de menos la aparición de más tecnología (sobre todo yo). El otrora tecno agente secreto 007 , admirado a partes iguales por sus gadgets y por sus ligues, hace alarde de toda la gama de productos del catálogo de Sony incluyendo el móvil C902, la cámara de fotos T500, la videocámara TG3 y por supuesto los famosos portátiles Vaio (sólo faltaba un Rolly). Estos cameos responden a razones puramente económicas de «product placement» y tal vez muchos la consideren excesiva. Pero lo peor no es que metan cacharrillos de tal o cual marca, lo peor es que hacen desaparecer los gadgets futuristas con funciones cuasi imposibles que siempre resultaban… divertidos y estimulantes. Claro que el nuevo Bond es más «real» y eso, según los productores requiere reducir la dosis de fantasía de los dispositivos utilizados. Una auténtica lástima porque eso era para muchos algo tan intrínseco a Bond como su Martini con vodka, removido, no agitado.
Se ve que desde que murió el «Q» original, las cosas en el MI6 ya no son lo mismo.