Ricoh WG-M1, la cámara de acción acorazada
La cámara Ricoh M1 resiste caídas, golpes, frío, agua, arena, polvo y lo hace con el estilo de un todoterreno

Para las marcas fotográficas, disponer en su catálogo de una cámara de acción está de moda. Pero siempre hay quien quiere destacar por encima del resto y Ricoh lo ha conseguido con está impresionante, hermética e impermeable WG-M1. Estamos ante una cámara de vídeo de dimensiones compactas y con un cuerpo que la protege de prácticamente cualquier desgracia.
La Ricoh W1 tiene certificación IPX8, lo que significa que soporta inmersiones de 10 metros de profundidad, caídas de 2 metros, temperaturas de 10 grados bajo cero, polvo y arena, así como niños y mascotas. Todo esto tiene un precio, y es que el cuerpo es algo voluminoso -42.5mm x 66.5mm x 89.5mm- en comparación con la competencia. Claro que el resto suele necesitar habitualmente carcasas protectoras.
Su peculiar diseño tampoco dejará indiferente a nadie, con un objetivo gran angular frontal -de 160 grados de cobertura seleccionable- y la pantalla de monitorización LCD -de 1,5 pulgadas y 115.000 puntos de resolución- en la parte superior. El sensor CMOS de 14 MPx y 1/2.3 de tamaño ofrece también la posibilidad de capturar fotos con gran nivel de detalle.
Entre sus funciones encontramos la grabación Time Lapse, la grabación de vídeo de alta velocidad a 120 fps (reduciendo la resolución a 848 x 480) y calidad Full HD con estabilización óptica electrónica. Como complemento final integra comunicación WiFi con la que se puede conectar a smartphones o tabletas para monitorizar el encuadre o activar la grabación de forma remota.
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