SIMO 07, la invasión china

Hace años que el SIMO ya no es ni la sombra de lo que era. Tal vez sea que me estoy haciendo mayor o tal vez que él no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Sea como sea, este año sí que nos hemos encontrado sorpresas, pero de las malas. Una invasión de fabricantes ‘chinos’ ha poblado gran parte de los 50.000 metros cuadrados de esta edición. Como si fuesen tiendas de ultramarinos digitales, cualquier avispado visitante puede encontrar todo tipo de periféricos, incluso de esos que ni siquiera sabías que existían y que pueden ser incluso divertidos.

Esto no pasaría de ser una anécdota, sino fuese porque algunos de ellos, concretamente los equipos de imagen digital como cámaras de fotos y de vídeo, no sólo son malas imitaciones de conocidos modelos de alta gama, lo peor es que intentan timarnos como a chinos (¡que ironía!). Quitando los cuerpos de plástico barato y las pantallas cutres, nos ha llamado especialmente la atención el flagrante engaño del objetivo. Se pueden encontrar cámaras fotográficas donde se ve como la lente frontal en un simple cristal de un diámetro mucho mayor que el objetivo real que está en su interior (y que tiene pinta de no ser mejor que el de los móviles maluchos). Pero casi peor es lo que pasa en las videocámaras, ya que donde suele ir el objetivo se oculta la verdadera lente, más pequeña todavía, y que tampoco parece que vaya a ser mejor que la de las peores webcams.

Menos mal que me sujetaron, porque habría destrozado el stand en ese mismo momento y habríamos acabado todos en comisaría. Virgen santa que día.