Canon PowerShot G5X, compacta con alma de réflex
La Canon G5X llega al mercado con un impresionante visor electrónico OLED y la sólida construcción de siempre

[París] Canon ha inyectado una buena dosis de esteroides a la nueva estrella de la gama PowerShot G, la G5X. Estamos ante una cámara compacta, aunque no de bolsillo, que reinterpreta las necesidades del aficionado avanzado con un nuevo diseño que incluye un prometedor visor electrónico EVF -similar en forma y posición al de los modelos réflex- basándose en una pantalla OLED de 2,36 Mpx y ofreciendo una cobertura del 100%. En un nuestro primer contacto hemos contado con un modelo con calidad/acabado de preproducción, la sensación obtenida ha sido realmente sobresaliente ya que tanto la luminosidad como la fluidez de la imagen permiten trabajar de forma rápida y cómoda.
La PowerShot G5X integra un sensor de 1 pulgada con una resolución de 20 Mpx con un procesador Digic 6. Más que suficiente para convertirse en la cámara principal para viajeros intrépidos. Su objetivo zoom 4,2X abarca desde un angular hasta un tele medio con una luminosidad más que interesante f/1,8-2,8.
Con un visor de esta categoría casi puede pasar desapercibida la pantalla táctil de 3 pulgadas que además se abate en 3 ejes frente al sistema de bisagra de dos ejes habitual en Canon. Destaca la equilibrada distribución y tamaño de los diales de control, con especial atención al situado en el frontal de la cámara que sirve, junto con el aro del objetivo, para ajustar los parámetros de captura de una forma sencilla y precisa.
El cuerpo de metal comparte ADN con las míticas G todoterreno, pero la G5X ofrece un algo diferencial. Por supuesto, cuenta con conectividad WiFi (con pareado NFC) para la transmisión de fotos a dispositivos como el móvil o la tableta. La PowerShot G5X llegará la mercado en noviembre a un precio de 819 € con un único acabado en color negro.