El iPad se hunde ¿o no?
¿Está realmente el iPad en caída libre? ¿es un fracaso comercial? Analizamos algunos datos importantes

El iPad llegó al mercado hace 5 años anunciando el advenimiento de la era post-PC. En ese tiempo han pasado muchas cosas pero ninguna de ellas tan imprevista como la sorprendente y continuada caída de ventas que sufre ya desde hace casi dos años.
Para muchos resulta paradójico que el dispositivo que iba a revolucionar el mundo sea incapaz de venderse por si solo como rosquillas. En la cuenta de resultados de Apple es el producto que ha entrado en cada libre de ventas sin que nadie sepa como evitarlo. Pero si analizamos su evolución se pueden extraer interesantes conclusiones sobre su singular comportamiento.
El iPad fue la primera tableta del mercado y durante mucho tiempo fue la única. Esto supuso poner el listón de ventas muy muy arriba durante el primer año. Esta situación de privilegio desapareció en cuanto las tabletas Android llegaron al mercado bajando notablemente el precio de venta para ganar cuota de mercado. Ahora la mayoría de las tabletas son modelos Android de precio muy ajustado (desde 50 euros) lo cual dificulta mucho la venta de un iPad a un usuario novel.
Por otro lado, a diferencia del iPhone, el iPad -y las tabletas en general- no se perciben como un producto personal con un ciclo de renovación corto, sino más bien como un gadget de uso común que con una vida útil mucho más larga. A esto último contribuye mucho el hecho de que los avances tecnológicos introducidos en las nuevas generaciones de iPads no representan un salto cualitativo tan importante, y por tanto la gente no siente la necesidad de cambiar de iPad porque incluso con un modelo viejo las apps funcionan bastante bien.
Tampoco se puede despreciar el efecto phablet que ha entrado en juego con la parición del iPhone 6 Plus (y ahora 6s Plus). Su tamaño de pantalla de 5,5 pulgadas lo sitúan ergonomicamente muy cerca del iPad mini y muchos usuarios de las tabletas de Apple no ven ahora la necesidad de tener dos dispositivos ya que el aumento de pantalla del iPhone les resulta ideal.
Aún con todo esto Apple ha vendido 9,88 millones de iPad en el último cuatrimestre, cosa que ya desearían todas las marcas, pero esta cifra es un 20% menos de lo que vendió hace un año. La próxima llegada del iPad Pro puede significar una novedad en el catálogo -y un empujón más a la era post-PC, pero no parece que vaya a despejar las incógnitas sobre las ventas de tabletas.
En cualquier caso resulta lógico pensar que no se deberían comparar las métricas de ventas con el iPhone -que ha vendido un 20% más- sino con las tabletas de otras marcas de la competencia. Así la cosa no tiene tan mala pinta.
Resumiendo… las tablets en general, incluido el ipad, son incomodas para trabajar. Por otra parte tienen un problema de diseño… si las pantallas son pequeñas dificilmente trabajaras por varias horas con ellas, y si son grandes como el ipad pro perderas las ventajas de movilidad que tienen las primeras. Esto mismo sucede con los convertibles que en mi opinion quedan en la mitad de dos mundos… las tablets y los pcs.
Al final creo que terminas prefiriendo un ultrabook… con mayor potencia, una pantalla mas grande, una adecuada inclinacion, un mejor sonido, un mejor teclado, etc… asi pues, para trabajar y crear contenido las tablets la tienen dificil y eso lo sabe la gente, saludos.
El iPad es para jugar, navegar un poco y cosas así. Para trabajar se necesita teclado.
El problema de haber hecho bien el trabajo en el pasado. Yo tengo el iPad 2 y va perfecto, eso sí, desde iOS 7 no lo actualizo.