Esperando a la Sigma DP1
Cruzar medio planeta para ir a una feria donde apenas se puede probar un producto, puede parecer una tontería… y lo es. Con esa cara de tontos nos quedamos varios de los que nos acercamos al stand de Sigma para probar la, a priori, prometedora DP1. La verdad es que su diseño retro y la incorporación del siempre polémico, para lo bueno y lo malo, sensor Foveon X3 nos atraía como un imán. Además contar con 14 Mp, un procesador TRUE, un objetivo 28mm/f4, una grabación en formato RAW en tarjetas SD y controles profesionales, son motivos más que suficientes para interesarse por ella.
Pero una vez delante del aparato en cuestión solo pudimos tocar los botones, mover la ruedecitas y mirar la pantalla como niños, porque lo mejor, que es probar la calidad sacando fotos ‘in situ’ y poderlas analizar tranquilamente en tu ordenador, fue imposible…y es que los de Sigma no deben estar aún muy seguros de la SD1 porque la ranura para las tarjetas de memoria estaba inutilizada, de forma que nadie podía llevarse a casa imágenes verdaderamente tomadas con esa cámara. Ya en la Photokina mostraron un prototipo menos funcional açun, pero dados los repetidos problemas de producción de las camaras con este tipo de sensor, la noticia es mitad preocupante, mitad desesperanzadora.
Por cierto, también echamos de menos ver la sorprendente impresora sin tinta Zink, capaz de imprimir fotos sin usar cartuchos de tinta, ya que los pigmentos están dentro de cada hoja de papel, vamos como las Polaroid de toda la vida, pero al menos estos tiene la excusa de que son nuevos.
Me encanta que tenga visor normal. Ya estoy harto de hacer fotos a ciegas, porque la luz solar impide ver el monitor
Yo siempre he recomendado cámaras con visor óptico, pero lo cierto es que en este caso es opcional, que se pone cuando se utiliza un objetivo gran angular, al estilo de las Voiglander o más reciente aún, la Ricoh GR1 digital.