Leica M11 Monochrom, la esencia fotográfica en blanco y negro, a prueba
Probamos la cámara Leica M11 Monochrom de casi 10.000€ que solo saca fotos en blanco y negro
La Leica M11 Monochrom es bastante más que una cámara. Cerca de los modelos más exclusivos de Leica, pero suficientemente alejada de las modas más esnob, la familia Monochrom ofrece una aproximación a la esencia fotográfica en blanco y negro. Eso sí, al precio de Leica.
Esta versión monocromática es básicamente la M11 con sensor multi resolución (pero sin recorte de tamaño Full Frame), eliminando el habitual filtro de color RGB. ¿Tienen esto sentido? para algunos apasionados de la fotografía la respuesta es un rotundo sí. Al resto le bastará con pasar la foto de color a ByN y disfrutar del resultado.

Durante unos días hemos probado esta singular cámara y hemos comprobado lo interesante que resulta la combinación del pixel binning y las imágenes monocromas. Algo que, salvando las distancias, ya hemos podido comprobar que funciona más que bien en los móviles.
Probamos la cámara Leica M11 Monochrom de casi 10.000€ que solo saca fotos en blanco y negro
Sin duda lo que más cuesta al ponerse a los mandos de esta Leica (cualquier modelo M en realidad) es volver a pensar las fotos. El enfoque manual lleva su tiempo (más si usamos el visor telemétrico). La exposición manual requiere tomar decisiones que habitualmente hace la cámara. Todo el proceso requiere más trabajo.
Pese a ello, todo este ritual encaja a la perfección con la idea de la fotografía en blanco y negro. Más meditada, aunque no por ello más reposada. Algo que, sinceramente, no está hecho para todo el mundo y menos en estos tiempos.

Ahora bien ¿donde se notan las diferencias? La respuesta rápida es en la nitidez de los detalles más pequeños y en los matices de las luces y las sombras. Aunque en realidad hay mucho más, porque los archivos RAW DNG dan mucho juego en el revelado digital posterior.
Comparando fotos a color pasadas a blanco y negro o fotos directas con esta cámara puede parecer que las primeras son más impactantes y llamativas, sobre todo si están tomadas con un móvil (por el potenciado computacional). Pero un análisis más atento nos descubre la nitidez y las escalas de grises que, tras un procesado, son capaces de revelar imágenes grandiosas.
En conclusión, la Leica M11 Monochrom es una cámara para muy pocos. Por su precio, por su manejo y especialmente por su concepción del mundo de blanco y negro. Si eres de los afortunados que puedes y quieres permitírtela ( cuesta 9.530 sin objetivos), no te defraudará en nada, pero mejor echa un vistazo al vídeo.
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