Vitrinas blindadas para los Apple Watch de oro de 10.000 dólares
El Apple Watch será un punto de inflexión en la forma en la que Apple muestra sus productos al público
Resulta dificil negar que Apple no hace las cosas de forma diferente. A veces llega tarde como con el iPhone, a veces son los primeros como con el iPad, pero siempre destacan. Y con el Watch no va a ser diferente. Mientras el resto ya tiene su smartwatch en las tiendas, Apple pondrá a la veta su reloj en abril alejandose del concepto de gadget y posicionándolo como objeto de estilo (e incluso joya).
De hecho, aunque todavía no hay precio definidido, se estima que el Apple Watch podría costar entre los 349 dólares del modelo Soprt de aluminio hasta tal vez los 10.000 dólares del modelo Edition de oro, en función de la correa escogida.
Por eso no es de extrañar que algunas fuentes ya hablen de que las Apple Stores están preparando vitrinas blindadas (como en las joyerías) para lucir su Watch Edition. Cada caja de seguridad creada específicamente para Apple contaría con un cargador MagSafe integrado para recargar la batería del Watch mientras está guardado y que así este listo para funcionar en cualquier momento.
La conclusión es evidente. Apple está más cerca de ser una empresa tecnológica donde su tecnología es cada vez más invisible para el usuario.
es digno de estudio el que una marca pueda aborregar a tanta gente, sin distinción de clase, el otro dia una clienta que no gana ni 500€ se saca del bolsillo un iphone plus, dejarse el sueldo de mas de un mes en un tlf que no hace ni la mitad de cosas que uno que cuesta la mitad valga la redundancia.
No entiendo por qué las compañías se afanan por esto. Cuando salieron los Casio con lucecitas y altímetro, los demás no se afanaban por ponerle lucecitas, altímetro y calculadora a sus aparatos clásicos que muestran elegancia y pericia mecánica; ahora llega uno que quiere sacar algo sacado de los Power Rangers, casi de mal gusto, que toca enchufar todos los días para que sirva como reloj y que sólo aporta en mirar el mensaje que llega al teléfono (que está en el bolsillo), y las otras compañías parecen enloquecer