Volkswagen BUDD-e, la furgoneta hippy ahora es eléctrica e inteligente
La campervan de Volkswagen evoluciona al motor eléctrico con un concepto muy futurista

[Las Vegas] La creciente importancia de la tecnología digital en el sector del automóvil tiene su consecuencia directa en las novedades del CES. Una de las más simpáticas ha sido la del Volkswagen BUDD-e, una suerte de minibus o furgoneta de pasajeros que tiene restos de ADN de la mítica furgoneta hippy de los 70. Solo que BUDD-e es una evolución más que notable de la serie Transporter, siendo la materialización más auténtica del Bulli concept.
El automóvil en cuestión aún no tiene la luz verde para su producción en cadena (dependerá en buena medida de la aceptación y demanda de este concepto), pero si hay algunas cosas bastante definidas ya en este vehículo. Para empezar estamos ante un sistema MEP (Modular Electric Platform) que pretende ser el estándar de la marca alemana en vehículos eléctricos. El sistema dispone de dos motores eléctricos, uno delante y otro detrás generan una potencia de 235 kW.
Las baterias de 101 kWh se recargan por inducción, es significa que no hay enchufe ni cables, y aseguran que en 30 minutos recarga un 80% de la capacidad total. Con las baterías llenas promete una autonomía de 533 kilometros y una velocidad máxima de 150 km/h, al menos idealmente.
Sin embargo la parte técnica no es lo más destacable, lo verdaderamente interesante es su diseño y la interfaz de usuario, en su más amplio concepto. Las puertas se abren mediante sensores infrarrojos al acercar la mano, el maletero ofrece una solución similar pero con el pie. Carece de retrovisores que han sido sustituidos por cámaras y el volante no integra ningún botón físico, pero su superficie táctil con respuesta háptica permite realizar ciertos controles básicos. Aunque puestos a controlar funciones, mucho mejor usar las órdenes de voz (mediante comandos o lenguaje natural) para por ejemplo activar la climatización o seleccionar la música.
Y por supuesto el salpicadero es un fantástico ejemplo de interfaz digital con cierto estilo futurista. Tres pantallas que controlan tres áreas diferentes: la conducción (navegación GPS y mapas), el estado del vehículo y el consumo, que incluye el sistema multimedia y la sincronización con el smartphone (mensajes, calendario, etc.). En el lado del copiloto queda espacio para una tableta y en la parte de detrás lleva instalada una gran pantalla panorámica que así a ojo puede alcanzar las 30 pulgadas. Todo esto se complementa con una rejilla frontal formada por LEDs multicolor que pueden mostrar mensajes sencillos.
Si finalmente llega a ponerse a la venta casi seguro que cambiarán algunas cosas e incorporarán novedades, especialmente en temas de asistencia a la conducción y extensión de autonomía, pero al menos el primer paso ya está dado, la Volkswagen BUDD-e ya es una realidad.
qué cosa más horrorosa